viernes, 12 de septiembre de 2014

Los 6 ejercicios básicos que trabajan los 12 principales meridianos


Esta es una serie de 6 ejercicios básicos enfocados a desbloquear la energía de los 12 meridianos principales de shiatsu (shiatzu).

Es una forma sencilla y eficaz para mantener un equilibrio energético.

Los 6 ejercicios básicos que trabajan los 12 principales meridianos, se pueden realizar diariamente en tan solo 15 o 20 minutos.

Este trabajo fundamentalmente energético, es apto para todo el mundo, no hace falta llevar tiempo practicando ejercicio ni ser muy flexible, ya que lo importante es ir descubriendo con la práctica que se esconde detrás de nuestros límites en ejercicios concretos.

Si somos constantes en la práctica, este trabajo nos llevará al auto conocimiento y observaremos cambios sorprendentes en nuestro cuerpo, en nuestros patrones psicológicos y en nuestras emociones.

Dado que cada meridiano está asociado a unas pautas de conducta y a unas emociones concretas, por ejemplo cuando trabajemos pulmón estaremos tratando la tristeza, la melancolía, el vivir anclado en el pasado, cuando trabajemos el intestino grueso tomaremos conciencia del apego, al trabajar el riñón nos enfrentaremos a los miedos, cuando le toque al hígado liberaremos la rabia, la impotencia, la frustración y así con cada uno.


Los beneficios de estos ejercicios son inmediatos y desde el principio se producen cambios sorprendentes en las personas que los practican.


Sirven para tonificar la energía de cada par de meridianos y darnos cuenta de cuáles son nuestros puntos débiles y fuertes en términos energéticos. Haciéndolos regularmente se pueden mejorar las funciones vitales y prevenir enfermedades

Haz los ejercicios con atención y cuidado, sin extenuarte, ni estirarse más allá de lo que le permitan sus posibilidades de salud o complexión física, Cada persona tiene facilidad para realizar ciertos movimientos y dificultad para otros.

Se avanza con la práctica, por eso se recomienda la constancia.

lunes, 25 de agosto de 2014

LOS CRISTALES SUCIOS.


Los cristales sucios que juzgan vidas

Una pareja estrenaba piso en un tranquilo barrio. Una mañana en casa, mientras tomaban café, la mujer vio a través de la ventana, que una vecina colgaba las sábanas en el tendedero y dijo: - ¡Que sábanas tan sucias cuelga la vecina en el tendedero! - ¿Quizás necesita un jabón nuevo? El marido miraba y quedaba callado. Cada dos días repetía el mismo discurso, mientras la vecina tendía su ropa al sol. Al mes, la mujer se sorprendió al ver a la vecina tendiendo las sábanas limpias, y dijo al marido: - Mira, por fin ella aprendió a lavar la ropa … El marido le respondió: - Mmm … no es lo que piensas. - Hoy me levanté más temprano y lavé los vidrios de nuestra ventana.
Autor desconocido

Juzgar la vida  y acciones de los demás, es una forma de expresar la escasa satisfacción que impera a veces en nuestra vida. Dedicarse reiteradamente a juzgar, sólo alimenta críticas destructivas hacia los otros y nos lleva a creer erróneamente que nuestro punto de vista es el correcto y acertado. Juzgando a los demás, escondemos las necesidades de cambio que tal vez necesitemos para nosotros mismos. Desperdiciamos nuestra maravillosa energía, prestando una atención indebida a los demás, censurando la conducta de otras personas desde nuestra UNICA perspectiva, y obviando que nosotros podemos ser muy distintos a quienes  estamos criticando. Se suele juzgar, a aquellos que mantienen vidas muy diferentes a la nuestra, y ese motivo llama todavía  más nuestra atención.

Juzgamos según nos dictan nuestros prejuicios, sin respetar ni entender su comportamiento. Juzgamos a través de la envidia, sin atrevernos en ocasiones a realizar lo que otros llevan a cabo y nosotros aun siendo incapaces, tanto anhelamos. Nuestra felicidad, no aumentará por emplear  tiempo juzgando. Nuestras relaciones no despertaran afecto ni simpatía, y la única alternativa para evitar caer en juicios huecos de valor, es respetando y opinando. Respetando la individualidad de las personas, que están en un proceso de cambio constante y que nunca sabremos cuantas variaciones va a experimentar su vida a lo largo de los años. Y opinando, es decir expresar libremente lo que pensamos, sin emisión de criticas ni juicios. Antes de juzgar a los demás, opina sobre  ti mismo. - See more at: http://lamenteesmaravillosa.com/los-cristales-sucios-que-juzgan-vidas#sthash.MwSeE0qn.dpuf

lunes, 4 de agosto de 2014

POEMA. POR ALGO PASAN LAS COSAS


POR ALGO PASAN LAS COSAS


¡Por algo pasan las cosas
que te suceden aquí!,
alegres…o dolorosas…
¡son perfectas para ti!,
y no es nada “personal”
lo que acontezca en tu viaje:
para bien…o para mal…
¡es tan sólo aprendizaje!

¡Por algo pasan las cosas
que más te cuesta aceptar!
¡Fue oruga la mariposa
antes de poder volar!,
y esa angustia que hoy te quema,
y que te causa desvelo…,
¡mañana será la gema
que más destelle en tu cielo!
¡Por algo pasan las cosas!...,

y al ver tus viejos dolores,
verás que de forma hermosa
¡por fin se volvieron flores!...
Y esas de mayor encanto…,
esas de aspecto más tierno…
¡son las que regó tu llanto
cuando fue crudo tu invierno…!

Y de manera asombrosa,
con ese convencimiento,
¡podrás transformar en rosas
las espinas del momento…!
Que si la paz va contigo…,
o si el pesar te destroza…,
en ambos casos, amigo…
¡por algo pasan las cosas…!

JORGE OYHANARTE

viernes, 1 de agosto de 2014

¿Cómo saber cuando ir al psicólogo?

¿Cómo saber cuándo ir al psicólogo?
Las personas consideran que ir al psicólogo o hacer terapia es “sólo para los locos”. Es que dar el primer paso para ir a la consulta es el más complicado, no sólo por ese pensamiento sino también por la vergüenza o el temor a que lo consideren “fuera de sus cabales”.
A pesar de que se ha avanzado bastante en el mito del papel de los psicólogos  y de los analizados, todavía la sociedad sigue relacionando esta profesión con la locura. Según los profesionales, es el miedo a “sacarnos la coraza” lo que nos aleja de la terapia. No existen normas en relación a cuándo acudir al psicólogo, todo depende de cada uno. Tampoco que sea “obligatorio” hacerlo. La razón principal por la que una persona va a terapia, básicamente, es porque no se encuentra a gusto consigo misma, ya sea en lo emocional o en lo físico.
El autoestima alto es fundamental para disfrutar de una vida plena, ya que el amor por uno mismo permite aceptarnos tal cual somos, dejar de lado los pensamientos negativos y amar a los demás, así como también saber diferenciar entre los errores y las equivocaciones y nos permite cuidarnos y respetarnos como seres humanos. Es verdad que tenemos días en los que no queremos hacer nada, nos sentimos deprimidos, cansados o estresados. Eso no es para ir al psicólogo. Los días malos donde estamos cansados de la vida y del ajetreo es preciso hacer una pausa, respirar profundo y seguir adelante.
Pero atención, porque en el momento que esto se convierta en algo recurrente, la regla y no la excepción, es cuando debemos preguntarnos si no es bueno buscar algún tipo de ayuda externa. Los psicólogos son realmente muy útiles cuando nos cuesta salir a la calle, nos sentimos tristes sin saber realmente por qué, la apatía nos gobierna, no entendemos la vida y por qué estamos en un lugar determinado, no tenemos ganas de salir de la cama o de cumplir con las obligaciones, no deseamos comer ni bañarnos, etc.
Cuando los miedos y la depresión son los que gobiernan nuestra vida, no podemos disfrutar de lo más básico como una charla entre amigos o una salida al parque, nos cuesta mucho hablar en público, tenemos miedo irracional a la muerte o a que pase algo malo, no podemos estar en un sitio cerrado o ver un animal, también es bueno pedir ayuda a un profesional. Aquellos que desean tener todo siempre controlado, sus obsesiones son muy grandes y limitan las actividades diarias, si no puedes ver que las cosas no salgan como quieres, o te pasas horas limpiando el mismo sitio (como las manos, la ropa, etc), si tienes miedo a contagiarte todas las enfermedades que existen y somatizas cuando lees o escuchas sobre una dolencia en particular, si no puedes dejar de visitar al médico o tienes conductas repetitivas y poco comunes (comprobar una y otra vez si cerraste la puerta, por ejemplo) tal vez sea un buen momento para asistir a una consulta profesional. Y las razones para ir al psicólogo todavía son más: estar demasiado irascible o no poder parar de llorar ante cualquier comentario, problemas serios para conciliar el sueño o concentrarse, ver la vida en negativo, dificultad para comunicar los sentimientos, no saber decir que “NO”, falta de deseo sexual, culpa irracional por ciertas actitudes o pensamientos, nervios, ansiedad, etc.
Si ha fallecido un familiar, te has divorciado de tu pareja o piensas que es la mejor alternativa, si hubo casos de infidelidad, malos tratos, problemas con amistades, es buena idea charlar del tema con un psicólogo, quién tendrá una mirada objetiva de los hechos. Y por último, si has sufrido algún trauma en tu niñez, como ser maltrato, abuso, violencia, dejan secuelas en el comportamiento al ser adultos, por eso vale la pena hablar de ellas, aunque causen mucho dolor el sólo hecho de recordarlo. Las relaciones personales están íntimamente relacionadas a estos problemas de la infancia, así como también la manera en que nos desenvolvemos en el futuro. –

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jueves, 31 de julio de 2014

LOS ERRORES MAS COMUNES AL EDUCAR A LOS HIJOS DE HOY.






"Cuando afirmo que la crianza moderna está en apuros, en crisis incluso, espero que me escuchen, y que me escuchen bien. He trabajado con niños y padres en dos continentes y durante dos décadas, y lo que he visto en los últimos años me alarma".
Así de categórica es Emma Jenner, especialista en desarrollo y comportamiento infantil, quien es conocida por su papel como anfitriona en el programa de TLC "Take Home Nanny" y se ha desempeñado ayudando a familias con problemas en este ámbito, tanto en Estados Unidos como Reino Unido.
Para Jenner, existen errores graves que cometen los padres de hoy y que la mayoría ni siquiera los nota. El problema, según ella, es que si no se corrigen a tiempo, los niños se convertirán en "adultos arrogantes, egoístas, impacientes y maleducados".
"No será su culpa, sino la nuestra. No les hemos enseñado otra cosa, nunca hemos esperado nada más de ellos", manifiesta.
A continuación te mostramos los 5 comportamientos erróneos de los padres actuales, de acuerdo a Jenner.
1. Le tienen miedo a sus hijos
"Suelo hacer una prueba por las mañanas en la que observo cómo un padre da el desayuno a su hijo. Si el niño dice: '¡Quiero la taza rosa, no la azul!' aunque la madre ya haya echado la leche en la azul, trato de observar con cuidado la reacción de la mamá", explica.
"La mayoría de las veces, se pone pálida y vierte el contenido en la taza que el niño prefiere antes de que le dé un berrinche", comenta.
Pero para Jenner esto es un tremendo error. "¿De qué tienes miedo? ¿Quién manda de los dos? Deja que llore si quiere, y vete de ahí para no escuchar el llanto. Pero, por favor, no trabajes de más sólo para agradar al niño. Y, lo más importante, piensa en la lección que le estás enseñando si le das todo lo que quiere sólo por ponerse a llorar", expresa.
2. Justifican el mal comportamiento de sus hijos bajo la premisa "así son los niños"
La especialista afirma que muchas veces ve que cuando los niños se portan mal en público (o incluso en privado), sus padres los justifican con el clásico "así son los niños". "Te aseguro que no tiene por qué ser así", manifiesta.
"Los niños son capaces de mucho más de lo que los padres normalmente esperan de ellos, en cuanto a sus modales, al respeto por los mayores, las tareas del día a día, la generosidad o el autocontrol. ¿Crees que un niño no puede quedarse sentado durante la cena en un restaurante? Nada de eso. ¿Crees que un niño no es capaz de quitar la mesa sin que se lo pidan? De nuevo, no es así. La única razón por la que no se portan bien es porque no les has mostrado cómo hacerlo y porque no esperas que lo hagan. Así de simple. Aumenta la exigencia y tu hijo sabrá cómo comportarse", asegura.
3. No dejan que otras personas le llamen la atención a sus hijos
"Antes, los conductores de autobús, los profesores y otros padres solían tener carta blanca para corregir a un niño maleducado. Actuaban como ojos y oídos de la madre y el padre si los niños estaban fuera de su vista, y todo el mundo colaboraba por un interés común: criar de forma adecuada a niños y niñas", explica.
Jenner dice que en cambio, "en la actualidad, si a alguien que no es padre del niño en cuestión se le ocurre regañarlo, a los padres no les hace ninguna gracia. Quieren que su hijo parezca el niño perfecto, y por eso no aceptan que los profesores u otras personas digan lo contrario. Se enfurecerán e irán a hablar con el profesor antes que con su hijo por haberse portado mal en clase. Sienten la necesidad de proyectar una imagen perfecta al mundo y, por desgracia, su inseguridad se ve reforzada porque muchos padres se juzgan entre sí".
"Si un niño hace un berrinche, todas las cabezas se girarán hacia la madre con una mirada reprobadora. En su lugar, debería ser respaldada, porque hay muchas posibilidades de que el berrinche haya tenido lugar por no haber cedido ante alguna de las exigencias de su niño. Más bien, esos observadores deberían decirle: 'Buen trabajo. Sé lo difícil que resulta poner límites'", añade.
4. Abusan de los "atajos"
Los padres actuales, según Jenner, recurren a una serie de "atajos" para evitar que sus hijos se aburran y armen un berrinche.
"Cuando descubres lo bien que Caillou entretiene al niño en un avión, que no te tiente la idea de ponerle los dibujos en un restaurante. Los niños también tienen que aprender a ser pacientes. Tienen que aprender a distraerse ellos solos. Tienen que aprender que no toda la comida va a estar siempre caliente y lista en menos de tres minutos y, si es posible, también tienen que aprender a ayudar en la cocina", argumenta.
Asimismo, ella señala que "los bebés tienen que aprender a tranquilizarse solos; no hay que sentarlos en una silla vibradora cada vez que se pongan quisquillosos. Los niños tienen que aprender a levantarse cuando se caen, en vez de subir los brazos para que mamá y papá los recojan. Enseña a los niños que los atajos pueden servir de ayuda, pero que resulta muy satisfactorio hacer las cosas por la vía lenta".
5. Siempre ponen las necesidades de los hijos por encima de las suyas
"Naturalmente, los padres tienden a cuidar de sus hijos en primer lugar, y esto es bueno para la evolución. Yo defiendo la idea de crear un horario que se ajuste a las necesidades del niño, y que la alimentación y la ropa del niño sean prioritarias", afirma.
"Sin embargo, los padres de hoy en día han ido demasiado lejos, sometiendo sus propias necesidades y salud mental a las de sus hijos. Cada vez con más frecuencia veo a mamás que se levantan de la cama a cada rato para satisfacer los caprichos del niño. O a papás que lo dejan todo y se recorren el zoológico de punta a punta y a toda prisa para comprarle a la niña una bebida porque tiene sed", manifiesta.
"No pasa nada por no levantarte en mitad de la noche para darle otro vaso de agua a tu hijo. No pasa nada si el papá dice: 'Claro que vas a beber agua, pero vamos a tener que esperar hasta llegar a la próxima fuente'. No pasa nada por utilizar la palabra 'no' de vez en cuando, ni hay nada malo en pedirle a tu hijo que se entretenga solo unos minutos porque mamá quiere usar el baño en privado u hojear una revista", afirma.
Jenner dice que es mejor corregir estos errores, ya que por evitar que los niños se sientan incómodos, luego cuando sea inevitable que sientan alguna molestia, no estarán preparados para ello.
"Pido por favor a todos los padres y cuidadores del mundo que exijan más a los niños. Que esperen más de ellos. Que les hagan partícipes de sus luchas. Que les den menos. Que les pongan retos y que, juntos, les preparemos para que tengan éxito en el mundo real, y no en el mundo protegido que hemos creado para ellos", concluye la experta.


miércoles, 30 de julio de 2014

Día Internacional de la Amistad 30 de julio

Mensaje del Secretario General 2014

Este año, el Día Internacional de la Amistad se celebra en un momento en que la guerra, la violencia y la desconfianza generalizadas asolan muchas partes del mundo. Personas que anteriormente vivían en armonía se encuentran en conflicto con sus vecinos; personas que no tienen más remedio que vivir juntas están más distanciadas que nunca.
Cualquiera que sea la causa y por muy poderosos que sean los motivos que provocan la animosidad y la violencia armada, el espíritu humano puede ser mucho más fuerte. Es nuestro deber ineludible velar por que ese espíritu prevalezca.
En estos tiempos difíciles e impredecibles es fundamental que nos tendamos la mano los unos a los otros a fin de prevenir los conflictos y sentar las bases de una paz duradera a largo plazo.
En este Día Internacional de la Amistad, recordemos los lazos que nos unen, independientemente de la raza, la religión, el género, la orientación sexual o las fronteras. Cultivemos la solidaridad como una sola familia humana en este planeta que todos compartimos. Busquemos una amistad auténtica y duradera.

Ban Ki-moon

martes, 29 de julio de 2014

Cómo alcanzar la sabiduría emocional

Pensamientos, miedos, aspiraciones, dudas, complejos, envidias, sueños que cumplir, lamentaciones y emociones, un cúmulo de desordenadas emociones. Las personas somos un conglomerado de todo esto y mucho más. Una complejidad maravillosa que nos hace ser  valientes y a instantes, también vulnerables. Dualidades complejas en la cuales, creemos tener en control de nuestras vidas, y, sin embargo, nunca dejamos de tambalear como barcos a la deriva.

¿Seremos capaces alguna vez de alcanzar un equilibrio, una necesitada sabiduría emocional que nos haga comprendernos mejor a nosotros mismos y a los demás? Es difícil, lo sabemos.   Aquí te  ofrecemos unas sencillas claves para que la alcances.

1. Escucha a tu cuerpo más que a tu cerebro
Tu mente te abrirá cada mañana de inmediato la agenda del día: debes hacer esto y aquello. Debes llamar a tal persona, debes ir aquí, olvidarte de esa otra cosa porque no vas a tener tiempo. Nuestro cerebro es a veces maquiavélico y nos empuja como un motor aeronáutico hacia lo que se supone que debemos hacer.
Pero 
¿qué dice tu cuerpo? ¿cómo te sientes? ¿te ves con fuerzas para levantarte de la cama? ¿sufres de muchos dolores de cabeza o musculares? Tal vez te esté indicando algo. Y es posible que llegue un instante en que a pesar de que tu cerebro te diga “adelante”, tu cuerpo te dirá “no puedo”. De ahí que sea básico que sepas escucharlo, porque las emociones se atenazan silenciosamente en él, en ese estómago lleno de nervios, en ese miedo que tensa tus cervicales… escúchalo.
2. Acepta lo que sientes
Nunca disfraces tus emociones con máscaras para disimularlas. No te reprimas, no te calles, no te guardes… disimular nuestros sentimientos como si no ocurriera nada nos irá fragmentando por dentro y en silencio. Emociones disimuladas que preferimos enterrar para aparentar que estamos bien o que no nos han hecho daño, es algo realmente peligroso para nuestro equilibrio. La sabiduría emocional llega con la aceptación de lo que somos, y lo que sentimos en un momento dado.
3. Haz lo que te haga sentir bien
Tan sencillo y tan difícil. Hacer lo que sintamos y no lo que debamos. Es algo complejo sin duda, pero en la medida que podamos es esencial que busquemos siempre este fin. Hacer aquello que nos sea gratificante y que nos enriquezca, que nos haga sentir útil, es básico para nuestro desarrollo personal y emocional. No importa que por ejemplo, te pases la vida haciendo cosas por los demás, no es al resto del mundo a quien debes demostrarles algo, es a ti mismo. Porque la verdadera felicidad empieza siempre en la propia interioridad. Si estás feliz y satisfecho con lo que eres y aquello que haces, entonces serás capaz de aportar también bienestar al resto.
4. El cambio como oportunidad para madurar
La vida es cambio. Es ir subiendo escalones, ahí donde encontrar la energía suficiente para asumir nuevos retos y realidades. La finalidad será siempre alcanzar tu propio bienestar. Atiende todo aquello que hay a tu alrededor, siente, escucha, aprende… un espíritu flexible que sabe adaptarse y que se enfrenta al mañana con optimismo, es una persona valiente que no teme a los cambios.
5. Desarrolla la empatía
Para desarrollar una buena empatía, primero, hemos de ser capaces de escucharnos, de saber qué dicen nuestros sentimientos y emociones. Solo cuando seamos capaces de entendernos a nosotros mismos, también seremos capaces de leer en las emociones ajenas, comprenderlas y hacerlas nuestras. Acercarnos más a los otros y ponernos en su punto de vista para hacer las distancias más estrechas y la realidad, menos complicada.
¿Qué tal si empezamos hoy mismo a poner en marcha el motor del cambio? - See more at: http://lamenteesmaravillosa.com/co